Desordenada en mi desorden, busco un motivo para este orden. ¿De qué me sirve? ¿De qué me sirve estar cuando más me necesitas?, ¿de qué me sirve consolarte cuando lloras por la otra o por los desastres que te mandas?, ¿de que me sirve escucharte? ¡Decime! ¿de qué me sirve?... ¿De que vale esto? Yo ya no voy a hacer la que te cuida, yo ya no voy a hacer la que te pone el hombro, yo ya no voy a hacer la que te da una mano, la que te da consejos, la que te seca las lágrimas, las que arregla tus cagas, yo ya no. Anda buscandote otra que te seque tus penas...

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